¡Hola! Soy Raúl Estrada Zamora, periodista cubano. Busco a personas de cualquier parte del mundo que tengan alas buenas para volar en pos de la felicidad y sepan respetar y tratar a los demás de igual a igual, a las buenas, aunque piensen de manera diferente. soyraulez@gmail.com

28 de octubre de 2012

Una flor para Camilo


Siempre habrá flores para Camilo, el Señor de la Vanguardia.
Camilo, a la derecha, con Ernesto Che Guevara.


Como cada año, el 28 de octubre el pueblo cubano, en especial sus niños, lanzan flores al mar y a los ríos para honrar a CamiloCienfuegos, valeroso y carismático comandante del Ejército Rebelde comandado por Fidel Castro y quien, como Ernesto CheGuevara, protagonizó legendarias acciones durante la lucha insurreccional contra la dictadura de Fulgencio Batista. Camilo desapareció en el mar, un día como hoy de 1959, cuando el avión en el cual viajaba fue abatido por una tormenta.

Cada 28 de octubre los niños cubanos depositan flores en mares y ríos en homenaje a Camilo. 

16 de octubre de 2012

Fiesta en mi barrio



Comoquiera que habíamos crecido, al otorgarles el Gobierno cubano nuevas viviendas en mi barrio a decenas de familias, decidimos hacer una fiesta para arrimarnos aún más el corazón. ¿A cuantos de mis compatriotas, en todas las latitudes del Universo, les están hablando estas fotos?

8 de octubre de 2012

Hugo Chávez: un nuevo e histórico salto en paracaídas



Anoche, mientras esperaba, optimista pero bastante nervioso, los resultados de las elecciones en Venezuela, releí algunos pasajes del libro Hugo Chávez: un nuevo proyecto latinoamericano, el cual contiene la entrevista realizada al mandatario por Heinz Dieterich en 1999.

Entre las respuestas que tenía subrayadas está la que Chávez da cuando el entrevistador le pregunta si no le da miedo la idea de ruptura, después de haber roto el régimen oligárquico en su nación, y el Presidente le contesta:

“No, de verdad que no. No me da miedo porque es como cuando iba a saltar de un avión, sabiendo en dónde voy a caer, teniendo confianza en mi paracaídas, en mí mismo. En ese caso ya no es mi paracaídas, ni es el suelo que ya conocía aunque fuese de noche en la oscuridad, pues uno sabía por su mapa si iba a caer en agua o en tierra, cerca de qué camino y de qué ciudad, y sabía uno por la brújula o por la Estrella Polar o la Cruz del Sur hacia dónde iba a caminar (…) Aquí no le tenemos miedo al cambio (…) porque conocemos el mapa. Yo confío en que el pueblo venezolano ha despertado, como decía Neruda. El pueblo es el paracaídas, es el mapa y también es la brújula: indica el rumbo. Yo creo en esa brújula y en ese mapa”.

Su victoria de anoche acaba de confirmarlo.